CAPTACIÓN Y ALMACENAMIENTO DE CO2

La reducción neta de emisiones de CO2 a la atmósfera mediante CAC dependerá de la fracción de CO2 captada, mayor producción de CO2 resultante de la pérdida de eficiencia general de las centrales eléctricas o los procesos industriales debido a la energía adicional requerida para la captación, transporte y almacenamiento, cualquier fuga producida durante el transporte y la fracción de CO2 retenido en el lugar de almacenamiento a largo plazo (IPCC, 2005), en resumidas cuentas un balance entre el costo y el beneficio a la hora de implementar esto. ¿Será que el implementar el CAC trae un beneficio real? La implementación del sistema implica un gasto de energía extra, puesto que no solo el proceso de la captación en la central eléctrica o de procesos industriales, sino que el transporte y el almacenamiento, requiere gasto de combustible, esto lleva a pensar si el beneficio es en verdad eso, ¿vale la pena un gasto mayor para disminuir una cantidad x de CO2? Suena paradójico, que para disminuir emisiones se requiera emitir más.

En los estudios realizados aproximadamente hasta 2005, la tecnología disponible indica que con el CAC se capta entre el 85% y el 95% de CO2 tratado en una planta de captación. Por ejemplo, en una central eléctrica equipada con un sistema de CAC, con acceso a almacenamiento geológico y oceánico, se necesitaría de aproximadamente entre el 10% y el 40% adicional de energía que en una planta con una salida equivalente sin CAC, de la cual la gran mayoría se utiliza para captación y compresión. Los modelos energéticos y económicos indican que la principal contribución del sistema de CAC a la mitigación del cambio climático provendría de su despliegue en el sector de la electricidad (IPCC, 2005). Para entender mejor la situación, se hace necesario analizar detenidamente cada ítem relacionado con el CAC: captación, transporte y almacenamiento.