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Salud y medio ambiente

¿Qué repercusiones y riesgos tendría la implementación del CAC?

Cada práctica conlleva sus riesgos, la aplicación del CAC trae riesgos tanto directa como indirectamente. Empezando por un contacto directo al haber una repentina e importante liberación de CO2 representaría un peligro inmediato para la vida y salud humanas, si las personas fueran expuestas a concentraciones de CO2 de más de 7% a 10% en volumen del aire (IPCC, 2005). Con una vigilancia y reglamentación adecuada y métodos de saneamiento, los riesgos locales del almacenamiento geológico para la salud, la seguridad y el medio ambiente serían comparables a los riesgos de las actividades en curso, como el almacenamiento de gas natural, la recuperación mejorada de petróleo y la eliminación subterránea a profundidad de gas ácido (IPCC, 2005).

 

Habrían 2 tipos de fugas: fuga repentina o fuga gradual. Por un lado se tiene la práctica de almacenamiento subterráneo de CO2, el impacto de concentraciones elevadas de CO2 en zonas subterráneas a poca profundidad podría comprender efectos letales para las plantas y los animales del subsuelo, así como la contaminación de las aguas subterráneas. Por otro lado, los altos flujos, junto con condiciones atmosféricas estables, podrían dar lugar a elevadas concentraciones locales de CO2 en el aire, que podrían ser perjudiciales para los animales o las personas. La acumulación de presión causada por la inyección de CO2 podría desencadenar pequeños episodios sísmicos (IPCC, 2005).

 

 

Imágen tomada de: (IPCC, 2005)

Los riesgos de almacenamiento oceánico, se dan al realizar la adición de CO2 al océano o la formación de depósitos de CO2 líquido en el fondo oceánico a escala industrial, puesto que alterará el medio químico local. Los experimentos han demostrado que las altas concentraciones sostenidas de CO2 causarían mortalidad entre los organismos oceánicos, lo cual lleva a repercusiones en el ecosistema. Los efectos crónicos de la inyección directa de CO2 en el océano sobre ecosistemas de amplias zonas oceánicas a largo plazo aún no han sido estudiados (hasta lo que hay en 2005)

 

El impacto ambiental de la carbonatación mineral a gran escala sería bastante grave. Se daría como consecuencia de la explotación y eliminación necesarias de los productos resultantes que no tuvieran ninguna aplicación práctica. Los efectos de la carbonatación mineral son similares a los causados por las minas a cielo abierto a gran escala: desmonte, menor calidad del aire local, efectos sobre el agua y vegetación como resultado de la perforación, excavaciones y la clasificación y lixiviación de metales de los desechos mineros, lo cual lleva a la degradación del hábitat (indirecta y consecuentemente). La mayor parte de los productos de la carbonatación mineral deben ser eliminados, lo cual requiere vertederos controlados y transporte adicional. (7.2.4 - 7.2.6)

 

Otro punto importante a tratar es el verdadero aporte de la práctica: Costo vs. beneficio. En depósitos geológicos debidamente seleccionados y gestionados, la fracción retenida excedería el 99% en 100 años y es probable que supere el 99% en 1000 años, y que la liberación de CO2 desde el lugar de almacenamiento geológico se produciría de forma gradual durante cientos de años. En el caso de carbonatación mineral, el CO2 almacenado no sería liberado en la atmósfera. Si se producen fugas continuas de CO2 ello podría al menos en parte neutralizar los beneficios de la CAC con respecto a la mitigación del cambio climático.

 

Lo anterior es viéndo el CAC de una manera controversial, ahora, para mejorar el análisis, vamos a evaluar las repercusiones que tiene el CAC en cada uno de sus etapas:

 

Primero está la captación de CO2. De manera general la vigilancia, los riesgos y las repercusiones jurídicas de los sistemas de captación de CO2 no parece presentar retos esencialmente nuevos, ya que todos son elementos de las prácticas normales de control sanitario, ambiental y de seguridad en la industria (IPCC, 2005).

 

Luego está el transporte de CO2 que salvo que las plantas estén ubicadas directamente sobre un lugar de almacenamiento geológico, el CO2 captado debe ser transportado desde el punto de captación hasta un lugar de almacenamiento apropiado. Los aspectos relacionados con el medio ambiente, la seguridad y los riesgos implican tambipen que se aplican normas para la admisión de gas natural en los gasoductos, también deberían formularse normas mínimas para el CO2 de "calidad de gasoducto" a medida que se desarrolla infraestructura de gasoductos de CO2. Las normas vigentes no son forzosamente idénticas a las que se necesitarían para la CAC. El transporte de CO2 por gasoductos que atraviesan zonas habitadas, también requiere una selección detallada de la ruta, protección en caso de presión excesiva, detección de fugas y otros factores relativos al diseño (IPCC, 2005). 

 

Durante el transporte podrían producirse fugas a la atmósfera, esto producido dependiendo de si el CO2 es seco o húmedo, el primero no es corrosivo para el acero, el segundo es sumamente corrosivo de manera que, en este caso, un gasoducto de CO2 tendría que construirse con una aleación resistente a la corrosión, o su interior tendría que estar revestido con una aleación o una capa continua de polímeros. Algunos gasoductos se construyen con aleaciones resistentes a la corrosión, si bien el costo de los materiales es varias veces mayor que el del acero al carbono–manganeso (IPCC, 2005).

 

También pueden producirse accidentes. En el caso de los gasoductos de CO2 existentes, de los cuales la mayor parte está en zonas de baja densidad demográfica, se ha registrado menos de un incidente al año (0,0003 por km al año) y ninguna lesión o muerte. Esto concuerda con la experiencia con los gasoductos de hidrocarburo y, probablemente, el impacto no sería más grave que el producido en los accidentes con gas natural. En el transporte marítimo, los tanques para el gas de hidrocarburos pueden ser peligrosos, pero el reconocimiento de ese riesgo ha dado lugar a la aplicación de normas relativas al diseño, la construcción y el funcionamiento, y los incidentes graves son poco frecuentes (IPCC, 2005)

 

 

El recorrido de las fugas y los impactos potenciales del escape de CO2. Imagen propiedad de Greenpeace.

Por último tenemos los riesgos relacionados con el almacenamiento de CO2, que, aunque es probable que las formaciones geológicas retengan más del 99% del CO2 almacenado durante un periodo de 100 años (IPCC, 2005), involucran la posibilidad de fugas repentinas las cuales afectarían directamente la salud de seres vivos, humanos y no humanos, especialmente la de los trabajadores o habitantes locales, según sea el caso, y las fugas graduales por fallas o fracturas cuyo impacto, además del incremento de CO2 en la atmósfera, se vería sobre los acuíferos de agua potable y los ecosistemas, como por ejemplo, como se nombraba antes, está el efecto de el almacenamiento oceánico que aumenta la acidez, o si hay fugas en almacenamiento subterraneo puede producir acidificación de los suelos y el desplazamiento de oxígeno en los suelos (IPCC, 2005) provocando daños en las aguas subterraneas y consecuentemente en ecosistemas completos, afectando luego la salud humana, como un efecto dominó. Por ello, el diseño minucioso de los sistemas de almacenamiento, la utilización de métodos de vigilancia para la pronta detección de fugas y fijación de medidas de reparación, complementadas en una evaluación de impacto ambiental. 

 

Teneindo en cuenta lo anterior, se hace necesario preguntarnos si en verdad la implementación de un sistema como el CAC sería efectivo y compensaría el impacto ambiental de la emisión de CO2. Los riesgos que conlleva la implementación de este sistema son altos, y, teniendo en cuenta que lo que se busca es contribuir al desarrollo sostenible, disminuir los efectos del cambio climático, a lo cual se le atribuye, según el enfoque del IPCC, el impacto ambiental actual, no es una opción muy viable (como opinión personal). 

 

Hay que empezar por aclarar que la teoría del calentamiento global no ha sido totalmente aceptada por el campo científico mundial (ver sección contexto/el mundo y el clima) en tanto se argumentan otras teorías, y se desacredita el hecho de que el CO2 sea el causante de todos nuestros problemas ambientales. Según las principales teorías que contraargumentan, las emisiones de calor solar tienen una relación directa con el cambio climático, el CO2 pasa a un segundo plano al tomarse como una muy pequeña porción de los gases que conforman la atmósfera, por otro lado está otra forma de ver las concentraciones de CO2 en la atmósfera, que al estudiarla desde un enfoque de tiempo mayor, es decir miles de años, las concentraciones de CO2 han alcanzado concentraciones incluso mayores que las actuales, difiriendo de las gráficas que presentan como el principal argumento del calentamiento global, que serían prácticamente un zoom de la gráfica que se nombró, al enfocarse en un tiempo de menos de 200 años. Por otro lado, otro contraargumento es la desacreditación de que el cambio de temperatura esté directamente ligado con las emisiones de CO2 por el hombre, argumentando que cambios bruscos en el clima comenzaron antes de la revolución industrial. 

 

Luego, poniendo de lado la veracidad de estas teorías, y partiendo del supuesto de que el CO2 es la causa principal del cambio climático a partir del efecto invernadero, y teniendo en cuenta los pros y contras de la posible implementación a nivel global del CAC, opino que el costo de componentes como la carbonatación mineral o la inyección para almacenamiento oceánico no compensa los beneficios. Como opinión personal, el uso de CO2 para reutilización industrial es un uso del CAC viáble, reutilización de CO2 en procesos industriales. 

 

Personalmente considero que la captura y almacenamiento de CO2 es una técnica que debe ser investigada a fondo, y mejorar la tecnología implicada y crear regulaciones antes de que sea implementada, especialmente en los procesos menos explorados como las reacciones de carbonatación, la reacción con residuos, y las nuevas aplicaciones industrales que se puedan conseguir a partir de dióxido de carbono.

 

Hay que tener en cuenta también lo que llevó al boom y atrajo la atención a el sistema de CAC, estas iniciativas no provienen de la investigación y ni siquiera lo hace de la preocupación por el cambio climático. "La captura y almacenamiento de CO2 para las grandes productoras eléctricas es la forma de dar una patada al problema durante una buena cantidad de años (de 100 a 400 por ejemplo) y poder seguir con la producción de electricidad sin tener que pagar las tasas que se irán imponiendo debido al cambio climático", "Está bastante claro que esta tecnología no llegará a tiempo para evitar el cambio climático, sin embargo las compañías eléctricas están terriblemente interesadas en que no se las visualice a ellas como las culpables y en pagar las mínimas cuotas posibles por un aumento de producción eléctrica, es curioso como la mayoría de los gobiernos, entre ellos el español dan preferencia a este tipo de investigaciones (en forma subvenciones), frente a otros desarrollos energéticos más respetuosos con el medioambiente (- vaya si se instalan en los lugares adecuados-) como son la solar o la eólica." (Asturies, 2010)

Captación y almacenamiento de CO2

Introducción y análisis 

Universidad Nacional de Colombia

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